Empordà, escenografía cambiante

El paisaje de nuestro territorio, l’Empordà, viene determinado por el paso de las cuatro estaciones, bien marcadas.

Ahora, el otoño, da un contraste de luz y color, que hace pararnos y contemplar. Este tiempo invita a la pausa y al movimiento lento, los paseos al lado del mar. Los caminos de ronda, son ahora un placer exclusivo de unos pocos. Perderse en las Gavarres la aventura de los buscadores de setas más intrépidos. Es el momento de conocer la tierra tal y como es, sin masificaciones ni aglomeraciones. Per todavía acompañados por este clima benévolo un sol que acaricia suave y atardeceres que piden acercarse a la costa con un jersey colgado a la cintura o en el cuello.

Des del Hotel Sant Roc en Calella de Palafrugell, es donde podemos iniciar este viaje de sentidos; El Olor de tierra mojada, setas y castañas, la vista, observando la mejor versión de la Costa Brava, nuestra gastronomía que nos permite llegar, cerrar los ojos, un placer máximo.

Hablando de gastronomía me vienen a la cabeza un montón de propuestas de otoño, setas, castañas, “panellets”, platos de cuchara y una larga lista, ¡se nos hace la boca agua!

En Palafrugell todavía se cocina es Niu, un plato ancestral de tradición marinera que se puede encontrar en nuestros restaurantes más emblemáticos en la campaña que ahora empieza y que finaliza el puente del primero de Noviembre. Una experiencia local, como puede ser también, alojarse en el Hotel Sant Roc, un hotel de más de 70 años de historia.

Estos son algunos detalles que han creado diferencias que admiramos y descubrimos al viajar. No hace falta ir muy lejos, solo debemos mirar.

¿Te apetece una estancia con nosotros para disfrutar de esta experiencia en otoño?

Consulta aquí las ofertas para este puente de todos los Santos.